Para muchas organizaciones, la pandemia del COVID-19 ha convertido las 4P del marketing en 4C: confusión, calamidad, caos y complejidad.
Estos términos pueden servir como puntos de control sencillos pero significativos para evaluar el estado de nuestro negocio. Además, si las circunstancias lo requieren, a partir de ellos podremos ajustar la estrategia de marketing.
Tal y como ha demostrado el coronavirus, muchas empresas aún siguen luchando, mientras que otras son un ejemplo de acción eficaz y decisiva. A continuación, analizaremos el reajuste de las 4P tras la pandemia.
Product
Equilibrar las necesidades a corto y largo plazo es uno de los retos más difíciles. La pregunta para muchos es la siguiente: ¿Qué cambios de producto podemos aplicar ahora sin que ello repercuta negativamente en lo que podemos aportar a largo plazo?
La respuesta ha sido el centrarse en artículos esenciales, dejando de lado especialidades. Así, se han reducido las cargas de la cadena de suministro, y ha sido posible asignar una parte de los recursos de producción a la entrega de bienes relacionados con la crisis.
Place
La forma en que los compradores se relacionan físicamente con las empresas y reciben los productos y servicios también se ha visto afectada de forma drástica. La cuestión principal para las marcas y las empresas es la siguiente: ¿Cómo podemos ajustar las interacciones entre empleados y clientes para maximizar la seguridad y seguir ofreciendo lo que los clientes quieren y necesitan?
No hay una respuesta única para todos, teniendo en cuenta las diferencias de los negocios, pero aquí también han surgido algunos enfoques recurrentes:
- Implantación del chat o ampliación del horario de atención telefónica y del chat.
- Alternativas virtuales como demostraciones autoguiadas o vídeos explicativos.
- Opciones ampliadas de entrega y sin contacto.
- Aumento de los contenidos educativos en línea y de las preguntas frecuentes para apoyar la recopilación de información a distancia.
Price
Con la incertidumbre y la adversidad económica, es comprensible que los compradores sean más cautos antes de decir “sí”.
Las empresas y las marcas deben preguntarse: ¿Qué ajustes de precios, ofertas o cambios en las condiciones de compra podemos ampliar para que los clientes potenciales se sientan más tranquilos?
Estos son los temas que han surgido hasta la fecha:
- Eliminación o cambios en las tarifas auxiliares (por ejemplo, gastos de envío) para fomentar la compra.
- Permisos para retrasar los pagos y ampliar las opciones de financiación.
- Ampliación de las pruebas gratuitas y las condiciones de cancelación.
- Precios más bajos o combinados para apoyar un mayor volumen de pedidos.
Promotion
Las organizaciones deben evaluar no sólo las tácticas o los medios que utilizan para atraer a su público y desplegar su estrategia de marketing, sino también el contexto de los mensajes que transmiten a través de esos canales.
Esto suscita dos preguntas relacionadas:
- ¿Buscará el público información relacionada con mi producto o servicio de la misma manera que siempre?
- ¿Qué necesitan oír de nosotros en esos mensajes?
Sabemos, por ejemplo, que los B2B se han acostumbrado a obtener información a través de conferencias e intercambios en persona. Ahora, están teniendo que recurrir aún más a los canales digitales.
Los profesionales del marketing tendrán que hacer cambios obvios en el gasto promocional prestando mucha atención a las métricas de rendimiento. Estas pueden señalar dónde hay que aplicar otros cambios en las distintas tácticas que utilizan.
Las estrategias de marketing no fueron concebidas pensando en acontecimientos como el coronavirus. No obstante, este período ha obligado a los profesionales del marketing a demostrar que están preparados para cualquier irrupción de la clase que sea.
Desde Takin, siempre hemos procurado enviar a nuestros clientes un mensaje claro: «sabemos por lo que estás pasando y estamos aquí para ayudarte». ¿Hablamos?